Constructivismo criollo y daño a la educación peruana
La perversión del constructivismo educativo en las escuelas peruanas.
"La enseñanza se ha puesto muy complicada, y uno ya no sabía ni qué enseñar, ni cómo enseñar, ni a quién enseñar". Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999) Escritor español.
Desde los años noventas el Perú incorporó una de las corrientes pedagógicas más importantes del siglo XX (por no decir la más importante), el constructivismo educativo, el cual tiene como figura emblemática al investigador suizo Jean Piaget, así como al psicólogo ruso Lev Vygotsky. Una teoría que pone al centro al estudiante dentro de la dinámica de enseñanza-aprendizaje. O sea, redirige la mirada, la cual se concentraba antes principalmente en el maestro y las materias a impartirse.
El psicólogo cognitivo Mario Carretero, explica el constructivismo en los siguiente términos: el individuo —‚tanto en los aspectos cognitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos— no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre esos dos factores. En consecuencia, según la posición constructivista, el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser humano.http://www.educando.edu.do/Userfiles/P0001/File/Que_es_el_constructivismo.pdf
El constructivismo educativo busca entregar herramientas a los estudiantes para construir sus propios procedimientos y resolver una situación problemática. Se trata de un paradigma que coloca la enseñanza-aprendizaje como un proceso dinámico, participativo e interactivo del sujeto, o sea una “enseñanza orientada a la acción”.
Sin embargo, esta interesante corriente pedagógica ha tenido un impacto muy desigual en nuestro medio educativo. El entusiasmo por este novedoso paradigma (en realidad tiene más de medio siglo), se tradujo en un conocimiento más que simplista de este modelo de enseñanza-aprendizaje. De tal manera que aconteció en el mundo pedagógico peruano lo siguiente:
- Se satanizó la educación tradicional. Los elementos positivos de la enseñanza de antaño fueron tachados o descartados. El rigor, disciplinamiento y exigencia hacia los estudiantes fue considerado como terrible autoritarismo, y por ende un clima opuesto al ambiente libre y creativo que requerían las nuevas ideas pedagógicas. En ese contexto el conductismo se volvió también una palabra negativa, aun cuando hoy muchos psicólogos destacan los aportes (y vigencia) de la psicología conductista en el campo educativo.
- El docente fue reducido a mero espectador del aprendizaje. Se pervirtió la idea constructivista del profesor como facilitador o propiciador de experiencias. Solo cabría decir que los docentes (la mayoría mal formados en institutos pedagógicos y facultades de educación), encontraron en el constructivismo la excusa para delegar todo al estudiante. Trabajos grupales sin supervisión, exposiciones sin rigor, simulacros de construcción de saberes, etc.
- La pedagogía demagógica se instaló. El memorismo era culpable de todos los males de la enseñanza-aprendizaje. Supuestamente el constructivismo educativo apostaba por un conocimiento activo, el cual descartaba la memoria como elemento relevante. Idea falsa, pues se sabe que los procesos de memorización son centrales en todo proceso de aprendizaje. El epíteto de “memorista” responde más a prejuicio y desconocimiento, antes que conocimiento real de los procesos de aprendizajes.
- Los contenidos de enseñanza eran accesorios. Lo central era la construcción de aprendizajes. Los conflictos cognitivos lo eran todo, el punto de inicio de cualquier aprendizaje. No importaba la organización de los cursos, era más relevante atender a los conocimientos previos a través de lluvias de ideas (garuas en realidad) y nuevos saberes, más que básicos por cierto. Todo ello en un precario contexto educativo donde las separatas se impusieron a los libros de texto. Pero esto por responsabilidad de un Estado negligente o simplemente ausente.
- El conocimiento es multidisciplinario e interdiciplinario aún desde la escuela. No importan los saberes básicos, los aprendizajes elementales, la construcción de una base de conocimientos, lo que importa es saber relacionar, vincular o unir saberes desde la temprana formación escolar. Para qué aprender por separado, historia del Perú, historia universal, geografía, economía, etc., si pueden aprender de frente “ciencias sociales”. El constructivismo criollo lo resuelve todo, los chicos elaborarán conocimientos múltiples e interdisciplinarios de nivel casi universitario, es una consecuencia natural del nuevo modelo.
Hace un tiempo el sociólogo peruano Hugo Neira, ha señalado esta problemática de una escuela sin asignaturas y sin libros. En un artículo del 2015, manifiesta: “Sobre el tema de la educación. Qué bueno que se tenga cursos de matemáticas, español o castellano, lengua extranjera, biología, química, ciencias naturales, historia, geografía, estudios sociales, artes, música, drama, educación cívica y militar y religión. Y física, trigonometría y filosofía y computación digital. Qué bueno. Hay que felicitar al Ministro de Educación. ¿Se la creyó el lector? A quien hay que felicitar es al de Educación del Ecuador. La lista está en Internet. Eso es la secundaria en Ecuador y en el resto de América Latina y del mundo. Unos tontos, curso por curso. Aquí inventamos lo de “áreas”. Juntas disciplinas y te ahorras libros, profesores y horas de estudio. Y el conocimiento normal ha sido reemplazado por las “habilidades”. La estructura curricular por áreas y no por asignaturas es un tema que Hugo Neira ha tocado anteriormente en: http://elmontonero.pe/columnas/la-estrambotica-secundaria-peruana (2014). Un análisis profundo sobre el curriculum por áreas y por asignaturas, lo ha desarrollado el ex decano de la facultad de Educación de la Universidad San Marcos, el doctor Carlos Barriga. Recomiendo mucho su lectura atenta: http://xa.yimg.com/kq/groups/20706319/2005887080/name/00._Barriga-Areas_o_asignaturas%5B1%5D.pdf.
Es incuestionable el valor del constructivismo como modelo pedagógico. Representa el paradigma vigente en el mundo, aunque no exento de algunas críticas (1). Lo que se pone en cuestión acá es como se redujo este complejo modelo a unos cuantos preceptos simplistas e incluso falaces. Esta suerte de constructivismo criollo, ha ocasionado un profundo daño a la educación peruana y por extensión a todo el país. Son más de dos décadas de esta perversa práctica pseudo-pedagógica. Ello sumado a un abandono de las universidades e institutos y la popularización de innovaciones curriculares carentes de sentido.
La educación es un tema demasiado serio para solo dejarlo a la libre voluntad de los técnicos-pedagógicos del MINEDU. En ese sentido, la destacada psicóloga educativa y experta en constructivismo, Susana Frisancho ha señalado que: “¿Cómo alguien puede decirse constructivista sin Piaget y sin Vygotsky? He visto muchas personas que se autodenominan así y que sin embargo no han integrado en su visión del constructivismo los modelos fundamentales de estos dos autores. Al parecer no lo saben, pero es imposible ser constructivista sin ellos… para colmo de males muchas de estas ideas distorsionadas vienen “de arriba”, de personas con poder de decisión dentro -por ejemplo- del propio Ministerio de Educación. Lamentablemente muchas de estas personas, que a mi juicio tienen un enredo conceptual en la cabeza, tienen también la capacidad de influir en las políticas educativas del país, en los materiales que se dan a los niños, y en los que se preparan para los docentes. Creo yo que parte de la tragedia educativa de nuestro país se debe a que no tenemos consensos básicos sobre principios psicopedagógicos fundamentales”.http://blog.pucp.edu.pe/blog/SusanaFrisancho/2007/07/10/el-constructivismo-mal-entendido/
Hace 50 años en las escuelas peruanas se estudiaba casi el triple de horas que hoy. La terrible creación del turno mañana y turno tarde (cada uno de cinco horas e interrumpidos constantemente), redujeron las posibilidades de los estudiantes de recibir una formación más sólida. La pauperización del magisterio y el abandono de las escuelas, sumado a la incorporación de un constructivismo criollo han terminado por liquidar nuestra educación. Alguien podría decir que se cae en un síndrome de la edad de oro (todo tiempo pasado fue mejor), pero no. Solo es la constatación de que jamás hubo tantos alfabetos en el Perú, y la vez tan mediocre educación pública. Recordemos que una democracia requiere ciudadanos, y que sólo existe ciudadanía donde hay educación (personas razonables y capaces de pensamiento crítico).
(1) Piaget defendía que lo esencial es el descubrimiento activo de la verdad, asignando excesiva importancia al método. Para algunos autores como Ramiro Patiño (2004), Piaget hasta cierto punto subvaloraba el aprendizaje receptivo y sobredimensionaba el aprendizaje por invención. “En los textos de Mayer, 2004; Kirschner, Sweller, y Clark, 2006, Sweller y sus colegas argumentan que los principiantes no poseen los modelos subyacentes mentales o "esquemas" necesarios para "aprender haciendo" (p.ej. Sweller, 1988). Es más, Mayer (2004) sugiere que cincuenta años de datos empíricos no apoyan la utilización en la enseñanza de la técnica constructivista de descubrimiento puro. En aquellas situaciones que requieren el descubrimiento, aboga por el uso de descubrimiento dirigido. Mayer propone que los principiantes sean "cognoscitivamente activos" durante el estudio y que los instructores usen "prácticas dirigidas". También el filósofo de la ciencia Mario Bunge suscribe críticas al constructivismo desde su visión del hilorrealismo: “El constructivismo pedagógico no sólo es falso. También es perjudicial a causa de que niega la verdad objetiva, elimina la crítica y el debate y hace prescindibles a los docentes”. Personalmente considero que la crítica de Bunge se estaría dirigiendo un constructivismo falaz predominante en muchos países, antes que al constructivismo serio sustentado por muchos psicólogos y educadores en el mundo.